viernes, 8 de noviembre de 2013

El morbo nos hace humanos, hasta a los más mochos, se mochan.

Cuando mi marido voltea a ver una mujer, dice no estoy viendo nada. Me rió de su total indiscreción y coqueteo cotidiano por la calle. Yo soy más selectiva, respecto a quien le dirijo mi mirada, los hombres que me gustan son especiales y no se parecen al marketing publicitario. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario